LA POTENCIA A PARTIR DE LA SIMBIOSIS ENTRE LA CORPORALIDAD FEMENINA Y LA NATURALEZA
Bajo el constructo esencialista patriarcal, las mujeres, en su lejanía con relación a lo espiritual y lo racional, establecen una mayor vinculación hacia lo corporal y hacia la naturaleza como expresiones de lo salvaje, lo imperfecto y lo incompleto.
En el plano general (que cumple la función de situarnos espaciotemporalmente en la secuencia), vemos como la figura desnuda de Thomasin se adentra en la profundidad del bosque. La imagen cinematográfica rememora a otras imágenes en las que se presenta la conjugación simbiótica entre mujeres y elementos naturales, pero a diferencia de esas imágenes en las que su autoría coloca y determina al cuerpo o a los cuerpos femeninos en el espacio; el movimiento de la cámara (truck right) que sigue los pasos de Thomasin, dota a su figura la agencia en torno al espacio, lo que termina por involucrarnos como seguidores de su andar y no como espectadores para los que se ha dispuesto una puesta en escena.
La potencia a partir de la simbiosis entre la corporalidad femenina y la naturaleza se expresa también mediante los movimientos ecofeministas (como el Movimiento Chipko) o a través de expresiones artísticas en las que la corporalidad no es mera representación, sino sustancia, como en algunos trabajos de Abramovic.