Lux Æterna (2019)

Lux Æterna-(2019)

Lux Æterna

Año de estreno: 2019
País:
Francia
Director:
Gaspar Noé
Arquetipo:
Emancipador
Comentario:

Lux Æterna es una película metadiscursiva: una película que representa la realización de una película de brujas. Con una trayectoria actoral detrás en la que ha encarnado papeles de brujas, Béatrice (Béatrice Dalle) se embarca en la dirección de su primer largometraje, el cual, cuenta con la participación de Charlotte (Charlotte Gainsbourg), como actriz en el papel protagónico. La filmación presenta un sinfín de contrariedades que concluyen con un problema técnico que trae como consecuencia un tormento audiovisual para quienes habitan en el set de filmación, así como para quienes espectamos la película desde el otro lado de la pantalla.

Este mediometraje de Gaspar Noé arroja numerosos apuntes en torno al cine de brujas y acerca de la participación de las mujeres en la industria. Con algunas citas directas a Häxan (1922), La Passion de Jeanne d’Arc (1928) y Vredens Dag (1943), Noé reconoce la genealogía de las representaciones de las brujas a través de la pantalla y señala cómo a través de ella se ha realizado una explotación de los cuerpos de las actrices homologable a la de los cuerpos torturados de las acusadas de brujería en el fenómeno histórico de la Caza de Brujas. Asimismo, el director francés aprovecha el desarrollo argumental de Lux Æterna para señalar las dificultades a las que se enfrentan las mujeres dentro de la industria cinematográfica, ya sea como directoras que luchan por encontrar un lugar dentro de un ambiente aún dominado por hombres o como actrices cuyos cuerpos son incesantemente cosificados mientras que, a la par, tienen que lidiar con el gran desafío de compaginar las demandas dentro del set con asuntos personales externos, como la maternidad.

También, cabe mencionar que, desde un punto de vista cinematográfico, Lux Æterna posee ciertos aportes que resultan imposibles de no reconocer. Aunque la película dura apenas 51 minutos, la acción en la pantalla tiene un metraje mayor, ya que en varios momentos de la cinta, el director presenta múltiples planos simultáneos, complejizando con ello el desarrollo visual-narrativo y otorgando a quien especta una mayor libertad para “desplazarse” dentro del universo diegético de su propuesta. Adicionalmente, la estroboscópica secuencia final no se limita a ser una mera representación de “la tortura” que victimiza a las personas en el set de grabación, también resulta toda una experiencia corporal intensa para quienes experimentamos la película ya que implica una participación sensorial intensa de la que no se puede escapar a menos que se abandone la sala.