“Definitivamente ni Las torturas de la inquisición ni todo el cine que se puede definir como witchploitation se liberan de la escopofilia masculina y de los constructos ideológicos que les sostienen.”
“Tal noción constante de lo cinematográfico [en The Love Witch], inevitablemente, lleva a la reflexión en torno al medio ¿Qué es lo que se ve cuando se ve una película protagonizada por una bruja joven y atractiva?”
Witchploitation: el cine como expresión contrafeminista
Autoría: José Alberto Alavez Castellanos
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El texto plantea que durante las décadas de los sesenta y setenta, la imagen de la bruja fue relevante en importantes movimientos religiosos, políticos y sociales. Así, los imaginarios cinematográficos se volvieron terreno fértil para su arquetipo; uno de ellos fue el witchploitation, una particular expresión fílmica surgida a contracorriente del entonces incipiente feminismo posmoderno.
El artículo publicado en Ventana Indiscreta hace mención de varias producciones en torno a las brujas como Häxan (Christensen, 1922), Rosemary’s Baby (Polansky, 1968), The Witchmaker (Brown, 1969), Hexen bis aufs Blut gequält (Armstrong, 1970), Season of the Witch (Romero, 1972), Virgin Witch (Austin, 1972), Suspiria (Argento, 1977) y The Love Witch (Biller, 2016), al tiempo que se intercalan planteamientos teóricos de Laura Mulvey para problematizar acerca de la preponderancia de la mirada masculina, el surgimiento del subgénero cinematográfico witchploitation y su conexión con el contexto histórico y político que lo vio nacer, así como su posible reivindicación bajo una relectura feminista, tal y como se propone en la cinta de 2016, dirigida por Anna Biller, The Love Witch.
Pese al señalamiento de las expresiones contrafeministas presentes en el witchploitation, el autor del texto no deja de mostrar cierta condescendencia hacia al subgénero, mencionando que las películas witchploitation resultan dinámicas y entretenidas, aunque sean misóginas, estén mal escritas, mal dirigidas y muchas veces, también, mal actuadas.
