Bell, Book and Candle
También conocida como: “Sortilegio de amor”, “Me enamoré de una bruja”
Año de estreno: 1958
País: EUA
Director: Richard Quine
Arquetipo: Contra-emancipador
Comentario:
En compañía de su tía (Elsa Lanchester), su hermano (Jack Lemmon) y su gato Pyewacket, Gil Holroyd (Kim Novak) es una joven y atractiva bruja que pasa sus días atendiendo su siniestra galería de arte africano y lamentando su suerte al no poder relacionarse con individuos más allá de su círculo inmediato como una persona sin poderes, común y corriente. Para liberarse de su aparente soledad y del tedio de su vida, en el día de Navidad, Gil decide lanzar un “sortilegio de amor” a su vecino Shep Henderson (James Stewart), quien hasta entonces, estaba en vísperas de matrimoniarse con Merle Kittridge (Janice Rule), una antigua compañera escolar con la que Gil había entablado enemistad desde sus días en el colegio. Tan pronto y el hechizo surte efecto, Shep se enamora perdidamente de la bruja y de inmediato cancela su compromiso con Merle. Gil parece llevar las riendas de la situación hasta que todo se sale de control cuando ella también termina enamorándose de Shep, lo que le conlleva a la pérdida de sus poderes sobrenaturales como bruja, ya que, de acuerdo con el argumento de la película, “una bruja no puede enamorarse”. Así, Gil se ve en la encrucijada entre seguir siendo una bruja o vivir su romance con Shep, mientras que Shep, tan pronto y se percata de que ha sido víctima de un hechizo, hace todo lo posible por liberarse de él, recurriendo a los poderes de la bruja Bianca De Pass (Hermione Gingold), para obtener una pócima mágica para revertir el sortilegio. Días después, ya deshechizado, Shep se reencuentra con Gil en su otrora galería de arte africano y ahora florería. En un principio, el reencuentro de Shep y Gil resulta violento y distante, hasta que ella cae presa de sus emociones y no puede contener el llanto. Shep se conmueve por Gil y al verla llorar, cae en la cuenta de que ella lo ama verdaderamente y que ya no es más una bruja, porque de acuerdo con la cinta, “las brujas no pueden llorar”. Shep adquiere consciencia de que sus profundos sentimientos por Gil eran reales y no solamente producto del “sortilegio de amor” y al final, ambos deciden reconciliarse, sellando su amor con un beso.
Podría decirse que Bell Book and Candle es la antítesis directa de Season of the Witch (Romero, 1972), ya que en esta película de 1958 se hace uso del arquetipo de la bruja en un carácter que podría definirse como contra-emancipador, es decir, se hace énfasis en que la condición de bruja de la protagonista (una mujer fuera de lo común, autónoma, independiente y poderosa) resulta ser el principal impedimento para que logre su “felicidad” como una mujer ordinaria, casada, dependiente y sin poderes. Lo que parece ser una sencilla e inocente comedia romántica de finales de los cincuenta, en realidad es una cínica puesta en pantalla de los principios conservadores y machistas que engranaban, en gran medida, al American way of life de mediados del siglo pasado.