La Sorcière (1956)

La Sorcière

También conocida como: “The Blonde Witch”, “The Sorceress”, “Häxan”, “La bruja”
Año de estreno: 1956
Países: Francia y Suecia
Director:
André Michel
Arquetipo:
Emancipador
Comentario:

El ingeniero parisino Laurent Brulard (Maurice Ronet) es contratado por la terrateniente Kristina Lundgren (Nicole Courcel) para construir un camino en un remoto pueblo en medio de los bosques suecos. El vínculo laboral entre Laurent y Kristina parece transformarse en un idilio hasta que se ve interrumpido por un intempestivo viaje de Kristina a la ciudad. En la ausencia de Kristina, Laurent se ve involucrado en un evento desafortunado que pone en riesgo su vida, pero termina siendo rescatado por la anciana Maila (Naima Wifstrand) y su nieta Ina (Marina Vlady), quienes viven alejadas de la civilización, en medio del bosque, rechazadas y temidas por los habitantes del pueblo quienes las consideran brujas peligrosas. Pese a las presiones de su contexto Laurent Bruland no solamente le guarda agradecimiento y simpatía a Maila, sino que también, se enamora plenamente de la pureza, la inocencia y la belleza agreste de Ina. Al regreso de Kristina, el ambiente en la comunidad se tensa y comienza una implacable persecución en contra de Ina, de la cual no saldrá bien librada.

Más allá de que La Sorcière resulta una obra cinematográfica bien lograda, es de llamar la atención el énfasis que hace en el estrechísimo vínculo entre el personaje de la bruja Ina y la naturaleza, hecho coincidente con muchos de los planteamientos dentro del culto diánico wiccano y que bien podría extenderse también a ciertas argumentaciones ecofeministas, en las que tanto las mujeres como la naturaleza comparten opresiones y resistencias.